Las ojeras, arrugas y manchas en la piel aportan a nuestro rostro un efecto envejecido. Nanograft es un procedimiento bioestimulador que corrige estas imperfecciones para ayudarnos a conseguir la piel joven que tanto deseamos
El envejecimiento de la piel se da en todo el cuerpo, aunque en algunas zonas resulta bastante más evidente que en otras. La cara es el mayor ejemplo de esto.
Las ojeras, arrugas –de edad y de expresión-, las manchas y las cicatrices aportan al rostro un aspecto envejecido que nos hace aparentar más edad a simple vista.
Eliminar o corregir estas imperfecciones para conseguir un aspecto más rejuvenecido es posible gracias a distintos tratamientos de medicina estética.
Nanograft es un procedimiento muy poco invasivo que transforma la grasa autóloga de los pacientes en un bioestimulador que actúa de forma muy potente contra el envejecimiento del rostro. Lo que consigue ese bioestimulador es corregir aquellos aspectos de la cara que le aportan un aspecto más envejecido, es decir, corrige las arrugas, patas de gallo, ojeras y cicatrices de forma no invasiva y sin aportar volumen a la zona tratada.
Este tratamiento de rejuvenecimiento cutáneo se basa en la infiltración en la zona deseada de una emulsión que previamente se ha conseguido a partir de la grasa autóloga del paciente. El motivo de usar esta grasa como fuente para el tratamiento es el alto contenido en células madre y factores de crecimiento que presenta.
La principal ventaja que tiene este tratamiento respecto a otros más tradicionales que persiguen el mismo objetivo de dotar al rostro de un aspecto más rejuvenecido es que no aporta volumen a las zonas donde se aplica, algo que sí ocurre con otros métodos como pueden ser la lipotransferencia o el lipoinjerto. A diferencia de éstos, el nanograft persigue la estimulación del propio colágeno de la piel y la revitalización de la misma, no la cobertura de arrugas e imperfecciones.
Es recomendable acudir a este tratamiento en casos en que el paciente quiera corregir las arrugas que se forman alrededor de la boca, lo que se conoce popularmente como código de barras. También es muy eficaz a la hora de devolver la vitalidad perdida en la piel que bordea los párpados inferiores, creando bolsas y ojeras que aportan un aspecto envejecido y cansado a la cara. Además, nanograft corrige en esta zona las arrugas superficiales dejando un resultado muy natural.
Nanograft es un bioestimulador facial que corrige los signos de envejecimiento
Otro aspecto que corrige este tratamiento de forma eficaz son las cicatrices que pueda presentar la cara del paciente, mejorando en gran medida su apariencia.
La anta concentración de factores de crecimiento presentes en la grasa autóloga que utiliza Nanograft como fuente para su actuación consigue regenerar la piel de la zona tratada proporcionándole un aspecto rejuvenecido de forma natural y uniforme. Así, este tratamiento no se concentra en una sola zona sino que proporciona un rejuvenecimiento cutáneo integral y generalizado para toda la zona del rostro y el cuello, siendo especialmente eficaz en la eliminación de las arrugas finas que puedan aparecer en las mejillas y el canalillo.
La forma para extraer la grasa del paciente para utilizarla en el proceso de regeneración de la piel es una liposucción convencional que se realiza mediante una cánula multifenestrada. Una vez que se ha extraído, la grasa pasa por un proceso de filtrado y emulsionado leve no traumático, tras el cual queda un material que no contiene grasas viables, lo que lo descarta como material de relleno. Se trata de un material rico en células madre viables y factores de crecimiento, además de tener un alto contenido en CD34+, que son unas células que poseen una gran capacidad estimuladora hematopoyética, es decir, que inducen el correcto desarrollo de la microcirculación local, lo que hace que estimulen el metabolismo de las células presentes en los tejidos que se van a tratar, dándoles así el aspecto rejuvenecido que se busca como objetivo del tratamiento.
El procedimiento de Nanograft no es apenas invasivo. Se realiza bajo responsabilidad médica y con el uso de anestesia local. Lo primero que se ha de hacer es la extracción de grasa del paciente. Para conseguirla se recurre a una mínima liposucción y la cantidad extraída es muy pequeña, ya que no se adquiere más que la estrictamente necesaria para realizar el tratamiento. Una vez que se ha realizado este primer paso, se procede a aislar la grasa extraída de las células grasas viables, con lo que se consigue obtener la fracción estromal, que se compone de células madre, células CD34+ y los factores del crecimiento. Esta fracción estromal se injerta en la dermis utilizando para ello unas agujas muy finas. Es normal que, al principio, tras realizarse el tratamiento se note la zona tratada ligeramente amarillenta. Este efecto desaparece al pasar unas horas.
Tras someternos a la intervención, los primeros resultados de Nanograft comienzan a hacerse visibles una vez transcurridas un par de semanas. Los resultados finales de este proceso de bioestimulación resultan apreciables entre el cuarto y sexto mes transcurridos desde la realización del tratamiento. El motivo de esta espera es que la piel necesita un cierto tiempo hasta que logra regenerarse por completo. Muchos médicos recomiendan también ir realizando una sesión anual de recuerdo para reactivar periódicamente el efecto conseguido con el tratamiento y lograr así mantener los resultados visibles durante más tiempo.
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