Cada nuevo avance en la medicina supone un gran descubrimiento. Unos científicos españoles han conseguido alargar la vida de los ratones sujeto de sus experimentos en un 65%. De conseguir el mismo resultado en seres humanos, podríamos llegar a superar el siglo de edad.
Avanzar en el campo de la medicina es un reto constante, imparable e incansable. A medida que avanza la ciencia, aumentan las diversas formas que encuentran los científicos para innovar en el campo de la medicina. Esto es algo que no se consigue, claro está, de la noche a la mañana. Requiere mucho esfuerzo y años de estudio. Por eso cada pequeño avance supone un gran logro para la comunidad científica.
Una nueva investigación, llevada a cabo por científicos españoles, ha conseguido en sus pruebas con ratones, alargar en un 65% la vida de estos roedores. En el hipotético caso de que, en pruebas con humanos, los resultados fuesen igual de favorables que los obtenidos con los animales, las personas llegaríamos a cumplir hasta ciento treinta y cinco años de edad.
El experimento, publicado en la revista Nature Cell Biology, forma parte de lo conocido como ciencia básica y tiene como principales protagonistas a dos moléculas experimentales que ya habían sido probadas en humanos para tratar la leucemia mieloide crónica. En esta ocasión, se han aplicado dichas células con la intención de alargar la esperanza de vida pero, por el momento, este experimento sólo se ha testado en animales.
Los encargados de realizar este estudio han sido científicos españoles, concretamente un equipo de la universidad de Oviedo, no comenzaron su investigación, al contrario de lo que pueda parecer, con la intención de alargar la esperanza de vida ni para conseguir un elixir de la eterna juventud. La motivación que les movía era la de encontrar nuevos métodos para tratar enfermedades raras relacionadas con el envejecimiento prematuro para las que aún no se ha encontrado tratamiento hoy en día.
Concretamente, los investigadores buscaban una nueva fórmula para combatir enfermedades como el síndrome de Nestor-Guillermo o el síndrome de Hutchinson-Guilford, ambos caracterizados por presentar en las personas afectadas un aspecto de envejecimiento muy prematuro que termina en muerte por patología cardiovascular antes incluso de alcanzar la mayoría de edad.
Además de producir mejoras en los ratones enfermos, los sujetos sanos también notaron los efectos inhibidor.
Teniendo estos datos como referencia, se utilizaron para las pruebas unos ratones diseñados para vivir cuatro meses –la esperanza de vida media de un ratón común ronda los tres años- de forma que fuera más sencillo apreciar los cambios producidos a consecuencia del experimento.
Los investigadores se centraron en el proceso de reprogramación celular en los roedores con envejecimiento prematuro e identificaron un nuevo mecanismo molecular alterado en estos casos. Se trataba de una hiperactivación de procesos inflamatorios celulares, dentro de la cual se identificó una proteína llamada DOT1L, componente esencial de de la respuesta inflamatoria implicada en este proceso, que tiene la capacidad de regular algunos genes de cuantos están encargados de la reprogramación celular. Una vez descubierto esto, se utilizaron las dos moléculas ensayadas para tratar de inhibir esta acción.
El resultado del experimento ha conseguido reprogramar a través de esos inhibidores de DOT1L las células causantes del envejecimiento prematuro o acelerado, logrando rejuvenecerlas hasta un estado casi embrionario, con lo que la esperanza de vida de los ratones utilizados en el experimento se alargó hasta un sesenta y cinco por ciento. De momento se desconoce si se podrá trasladar esta misma prueba al ser humano, aunque, según los científicos implicados, los roedores son un buen ejemplo en este caso por su similitud con las personas. En cualquier caso, de aprobarse una prueba similar en humanos, sería un equipo científico diferente el encargado de llevarlo a cabo.
Un dato importante a tener en cuenta de cuantas conclusiones se sacaron de este trabajo es que el efecto rejuvenecedor presentado en los ratones afectados por la enfermedad de envejecimiento prematuro no se dio únicamente en ellos, sino que otros roedores sanos, de envejecimiento normal y sin alteraciones, presentaron los mismos efectos. A nivel científico, este hallazgo se traduciría en una abertura de puertas en un futuro a la prueba de estos medicamentos inhibidores de DOT1L para el tratamiento de patologías de otros tipos y características diferentes.
La principal prioridad de esta investigación, que diera comienzo en el año 2011, es la de utilizar los inhibidores como método para combatir enfermedades y problemas derivados del envejecimiento precoz. Los científicos encargados del estudio tenían este objetivo puramente médico en la mente, aunque los efectos del medicamento, de probarse de manera satisfactoria en seres humanos, podrían alargar, como ocurrió con los ratones, la esperanza de vida de sus pacientes, llegando a superar los ciento treinta años de edad.
Enviar un comentario
Debes estar logueado para publicar comentarios.