Hablamos de un tratamiento capaz de restaurar la salud de tu rostro. Su alta efectividad contra las machas, las arrugas, la flacidez y las marcas de acné; hace que los pacientes retrasen su paso por el quirófano. Por eso, el peeling de fenol es indiscutiblemente el rey de los peelings
El peeling de fenol se ha ganado su fama, gracias a sus impresionantes resultados, entre los cuales podemos destacar: la retracción de la piel, para mejorar la flacidez, y la estimulación de la producción de colágeno en la capas más profundas de la piel.
Sin embargo, unos cuantos años atrás, esta clase de peelings no gozaban de tan buena fama. ¿Por qué? Se asociaba el peeling de fenol con varios aspectos negativos sobre su toxicidad. Esto se debió a que en los años 70 se realizaba una aplicación del fenol con cura oclusiva; lo que implicaba la necesidad de una estructura hospitalaria, monitorización cardiológica, control de la diuresis y medicamentos postpeeling.
Actualmente, con la evolución de la medicina estética, se han ido eliminando los aspectos negativos del proceso antiguo. Se ha ido perfeccionando la técnica hasta conocer la cantidad justa de ácido que el organismo es capaz de asimilar.
¿Para qué tipo pieles está indicado? Está pensado, por ejemplo, para las pieles más maduras que sufren de arrugas profundas. Para las que padecen una pigmentación excesiva del sol y también, para los rostros que han sufrido un acné bastante severo que les ha dejado cicatrices. Además no solo se puede aplicar en la zona del rostro, también es válido para: el cuello, las manos o el escote.
Durante el proceso se aplica sobre la piel del paciente una serie de sustancias, entre ellas se encuentra en mayor concentración el ácido de fenol, para que actúen destruyendo la capas superficiales que están visiblemente envejecidas.
Técnicamente, el fenol es un producto químico que tiene una doble función en nuestra piel. Primero se encarga de romper la queratina de los puente epidérmicos (demosomas) y después, provoca una precipitación de proteínas celulares y extracelulares. Durante el procedimiento, el fenol puede llegar hasta la sexta capa de la dermis reticular; lo que avala la profundidad de este tipo de peeling. En esa capa número 6, es dónde se libera: el agua, las sales y las proteínas necesarias, mientras se estimula las fibras de colágeno para colaborar en la futura renovación de la piel.
Es decir, el peeling actúa desde las capas más profundas de la piel para que se pueda apreciar una mejoría en las capas superiores.
El peeling actúa desde las capas más profundas de la piel para que se pueda apreciar una mejoría en las capas superiores
Exactamente el fenol, se encarga de destruir por coagulación estas capas superiores que están envejecidas. Así, se estimula la producción de colágeno para conseguir una notable mejora en la textura y en la flacidez de las piel tratada.
Las ventajas que nos ofrece este peeling, son bastante considerables. Entre ellas está que el periodo de recuperación es muy reducido en comparación con otros.
Además, se consigue una completa renovación de las estructuras epidérmicas y, con la técnica actual, podemos controlar minuciosamente la penetración del fenol en las capas de la piel.
Durante el proceso, se comienza preparando la piel aplicando ácido retinoico en crema, lo que produce un efecto queratolítico para que se vea una piel lisa e uniforme. Se aplica en zonas como la frente, los pómulos y la barbilla; observando detalladamente la reacción de la piel y asegurándonos de una correcta penetración. Después, se aplica un gel catalizador y finalmente, se coloca un medio estéril; una fina mascarilla de silicona endurecida y plastificada. Está máscara se debe llevar durante una semana y se recomienda pasar por consulta pasadas las 48 horas de haberse sometido a este tratamiento. De esta forma, el profesional que nos atendió, podrá asegurarse de que todo se desarrolla correctamente.
Normalmente esta intervención, se realiza bajo anestesia local para evitar posibles molestias. Además, al tratarse de un peeling con un diseño bastante personalizado, su duración suele variar en función de las características de la piel y, de las zonas que se desean corregir. Este peeling no se debe hacer en caso de: padecer cualquier alergia a alguno de los productos que se utilizan en el proceso, o, en fototipos altos. Las pieles oscuras no asimilan igual el tratamiento y es desaconsejable para evitar malos resultados.
Después de haberse sometido al tratamiento, el paciente tiene que llevar unos cuidados muy específicos de su piel durante unos 7 – 9 días. Y a pesar de no sentir excesivas molestias, no se puede realizar una vida social o laborar normal en estos días, ya que a zona tratada no estará preparada para ello. Una vez pasados estos días, la piel solo estará enrojecida, lo que quiere decir que la piel ya está regenerada. Es aquí cuando podemos retomar nuestra actividad normal y se puede utilizar maquillaje para tapar la rojez. Sin embargo, es importante recordar que, durante los 3 primeros meses, estará totalmente prohibida la exposición directa al sol.
En conclusión, el peeling de fenol es un tratamiento totalmente seguro y eficaz, cuyos resultados se mantienen durante muchos años después. Sorprendentemente, la piel mejora su estructura interna y proyecta un mejor aspecto, está constatado a través del microscopio. Incluso, prácticamente en todos los casos, los resultados llegan a superar a los de una cirugía u otros tratamientos mucho más profundos y más agresivos. Y no solo eso, este procedimiento médico es compatible con otros tratamientos médicos como el lifting.
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