Los hilos tensores son una técnica totalmente perfecta para el levantamiento, o elevación, de los glúteos. Este tratamiento estético tan novedoso, no deja ninguna marca ni cicatriz a la vista y, como punto a favor; sus efectivos resultados perduran con los años.
Conforme pasa el tiempo y nos hacemos más viejos, existe una gran probabilidad de que los glúteos comiencen a caerse. Esto ocurre provocado a un cúmulo de varios factores como; el hecho de haber pasado un embarazo, padecer sobrepeso, sufrir una fuerte pérdida de peso o, solamente, por el paso de los años.
Cuando envejecemos, nuestra piel y los tejidos tienden a perder esa tersura y se aprecian más caídos, debido a los efectos de la gravedad, sumado al envejecimiento de nuestro organismo; hacen que nuestro trasero se vea afectado. Afortunadamente, en caso de no estar conforme con el estado de tus glúteos, ahora puedes acudir a procedimientos como los hilos tensores, capaces de elevar cualquier zona sin tener que realizar ninguna incisión.
En parte, por el hecho de que no deja cicatrices sobre la piel del paciente; el tratamiento de hilos tensores debe su fama. El procedimiento utiliza unas suturas, específicas para este proceso, colocadas en profundidad sobre los tejidos grasos de los glúteos. Dentro de la suturas se encuentran una especie de conos que elevan el tejido graso, adquiriendo una posición más alta.
El sistema de curación es totalmente natural, de hecho, a través de este proceso, se consigue desarrollar un tejido mucho más fuerte y fibroso, alrededor de los hilos que hemos colocado previamente durante la intervención. De esta forma, provocamos que se sostengan, tanto los tejidos como la grasa de los glúteos, en una localización prediseñada para obtener un resultado mucho más estético.
Durante la intervención se utiliza anestesia local, de forma que el paciente estará totalmente consciente, que se encargará de adormecer la zona de los glúteos del paciente, no solo para poder iniciar el procedimiento sin que el paciente sienta molestias, también se reducen las probabilidades de cualquier infección o sangrado anormal.
Los hilos se colocan a través de una cánula, o aguja, ultra fina sobre el nivel subcutáneo, por debajo de la piel. Estos hilos se introducen de una forma específica para que se obtenga un tensado sobre el tejido, sin tener que colocar anclajes. El procedimiento es bastante rápido y, teniendo en cuenta el hecho de que solo requiere anestesia local, que no deja cicatrices; lo convierten en el tratamiento tensor ideal para una zona como los glúteos.
Los hilos son bastante simples de implantar y son completamente invisibles, por lo que no se aprecian a través de la piel y nadie sabrá que los llevamos.
Una vez finalizada la intervención de los médicos, se suele proporcionar al paciente una cinta de apoyo, que deberá utilizar durante una o dos semanas, según consideré el doctor, ya que cada paciente necesita una u otras pautas.
Los pacientes que se han sometido al levantamiento de glúteos caídos, mediante la técnica de los hilos tensores, están profundamente satisfechos con los resultados. Y no es para menos, ya que este tratamiento garantiza su durabilidad a largo plazo; superando hasta los cinco años.
Obviamente, cada caso es diferente, existen pacientes que pueden permanecer con los hilos tensores sobre sus glúteos, durante más tiempo, en optimas condiciones. Otros, dependiendo de cómo reaccione su organismo a las suturas, podrán durar un poco menos. También se podría atribuir al estado de salud del paciente, su peso, sus niveles hormonales o, a otros muchos factores.
A pesar de todo, el tejido fibroso suele tender a unirse con las suturas, lo que provoca una notable y duradera elevación de los glúteos. De esta forma, demuestra ser un tratamiento muy efectivo, con grandes resultados y a largo plazo.
En caso de que el proceso biológico de envejecimiento cutáneo siga avanzando, la flacidez puede regresar con los años. Esto es algo fácil de solucionar, ya que, los hilos son tan benignos, que se podría añadir más cantidad para proporcionar mayor apoyo a los tejidos, consiguiendo la elevación de la zona que queríamos.
Además, si el resultado no es el deseado, se puede combinar con otras técnicas como: transfiriendo la grasa de otra parte del paciente en sus nalgas, consiguiendo un efecto de aumento en sus glúteos.
Los hilos quirúrgicos que se utilizan durante esta intervención, están hechos de un material completamente reabsorbible por nuestro propio organismo, con el paso del tiempo. No sólo se utilizan como remodeladores de glúteos, primero, comenzaron sus inicios en la medicina estética, esculpiendo el óvalo facial de muchos pacientes, evitando que pasarán por el quirófano para someterse a un lifting, y como no, a su correspondiente e incómodo postoperatorio.
Actualmente, se realizan tratamientos con hilos tensores es distintas áreas de nuestro cuerpo que tienden a caerse, ya sea por efecto de la gravedad o del paso del tiempo. Los hilos tensores están teniendo un éxito asombroso en zonas especificas del cuerpo, donde otros tratamientos no aportan buenos resultados.
En conclusión, los hilos tensores para los glúteos caídos son la forma ideal para tensar y levantar, sin tener que recurrir a la cirugía. Asimismo, obtenemos unas nalgas mucho más bonitas que con técnicas como las prótesis que, además, son operaciones mucho más arriesgadas para la salud del paciente. Sin embargo, los hilos son bastante simples de implantar y son completamente invisibles, por lo que no se aprecian a través de la piel y nadie sabrá que los llevamos.
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