La vacuna contra la diabetes tipo 1 está ya en fase de prueba

Existen dos tipos diferenciados de diabetes. El tipo 2 denomina a aquellas personas que, a lo largo de su vida han desarrollado la enfermedad por causas externas, como una mala alimentación, o sencillamente por el paso de los años. La de tipo 1, también conocida como diabetes juvenil, suele diagnosticarse en niños, adolescentes o en adultos jóvenes, aunque en los últimos años se han dado varios casos en los que el diagnóstico se ha realizado pasada la treintena.

Son casos en los que la causa de la enfermedad se desconoce. Puede ser hereditaria y en la mayoría de los casos se trata de un trastorno autounmunitario que lleva que, en caso de darse un malestar o aparecer una infección, el cuerpo ataca por error a las células que producen la insulina en el páncreas. La insulina es necesaria para movilizar la glucosa de la sangre hasta las células para obtener energía. El cuerpo de una persona diabética se salta todo este proceso, con lo que el azúcar se acumula en el torrente sanguíneo. Quienes padecen este tipo de diabetes deben controlar sus niveles de glucosa de manera constante y requieren un tratamiento con insulina inyectada.

La diabetes tipo 1 es una enfermedad crónica, de por vida. Pero esto podría cambiar en un futuro no muy lejano, puesto que las exhaustivas investigaciones llevadas a cabo durante años para combatirlas empiezan a dar su fruto.

El tratamiento de esta enfermedad podría cambiar en los próximos años gracias a un ensayo clínico de fase II, que verá la luz próximamente. La agencia norteamericana del medicamento (FDA) ha aprobado este ensayo, que pretende analizar si la vacuna genérica del bacilo Calmette-Guérin, o BCG, es capaz de ayudar a la reversión de la diabetes de tipo 1.

Este estudio clínico tendrá una duración de cinco años, durante los cuales investigará en una serie de pacientes diabéticos de tipo 1, de edades comprendidas entre los 18 y los 60 años. Con esto se quiere llegar a apreciar los distintos modos en los que la vacunación regular con BCG puede suponer una mejoría en casos de personas que padecen diabetes de tipo 1 con pequeños niveles de secreción de insulina en el páncreas.

Este tipo de investigaciones y ensayos ya habían sido realizados en anteriores ocasiones, aunque los estudios siempre se habían llevado a cabo en animales.

Ciento cincuenta personas se someterán a pruebas con BCG durante cuatro años para comprobar sus resultados respecto a la diabetes tipo 1

El tratamiento con inyecciones de BCG ya se venía realizando en ratones desde hace algunos años. Estos estudios han llevado a los investigadores a comprender el funcionamiento del BCG, además de los posibles beneficios de tipo terapéutico que pueden llegar a propiciar tanto en el caso de la diabetes de tipo 1 como en otra serie de enfermedades autoinmunes. De hecho, hoy en día, el BCG cuenta con la aprobación de la FDA para su uso en la vacunación contra la tuberculosis y en el tratamiento contra el cáncer de vejiga. Tras sus más de noventa años de uso para combatir enfermedades y cientos de investigaciones en torno a ella, hoy sabeos que la vacuna eleva los niveles del modulador inmune factor de necrosis tumoral y que puede eliminar de manera temporal las células blancas de la sangre que provocan esa diabetes de tipo 1.

Los ensayos clínicos con BCG para combatir la diabetes de tipo 1 constan de varias fases. La primera de estas fases se publicó en agosto del año 2012 en la revista PLOS Medicine. Durante un espacio de cuatro semanas, se inyectó a los sujetos dos inyecciones de BCG con la intención de eliminar de forma temporal las células que causan la diabetes. El resultado fue un ligero cambio en la secreción de insulina.

La segunda fase de este estudio se centrará en dosis más frecuentes de BCG repartdas en períodos de tiempo más largos que en la anterior. El objetivo de este nuevo estudio es determinar los efectos beneficiosos que pueda tener la vacunación para mejorar el estado autoinmune y vigilar los parámetros que indican el nivel de azúcar en sangre para notificar cualquier mejoría que se produzca a consecuencia del tratamiento inducido a los sujetos durante el ensayo. Ciento cincuenta pacientes adultos formarán parte de este nuevo ensayo, en el que recibirán dos inyecciones de cuatro semanas de BCG o placebo para estudiar sus efectos. Una vez pasado este tiempo, los pacientes recibirán una inyección anual en los siguientes cuatro años. Durante este tiempo y un año después de terminar el tratamiento, estas ciento cincuenta personas serán monitorizadas para comprobar los efectos que el BCG pueda tener en cuanto a su enfermedad. El objetivo primordial que se espera conseguir con este ensayo de cinco años de duración es crear una respuesta de larga duración del medicamento respecto a la diabetes de tipo 1, ya que hasta el momento, los resultados obtenidos han sido de carácter temporal.

Así, solo queda esperar que el ensayo obtenga la respuesta esperada por los investigadores, para que la diabetes de tipo 1 deje de ser una afección crónica, de por vida, para lograr resultados que consigan que las personas que la padecen puedan vivir una vida tranquila en la que no tengan que depender de controles constantes e inyecciones de insulina.

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