Los materiales de relleno son una gran ayuda para contrarrestar el proceso biológico del envejecimiento de nuestro rostro. Esta herramienta utilizada en medicina estética, corrige el volumen perdido por el envejecimiento cutáneo.
Es bastante común, que con el paso de los años, perdamos elasticidad y relleno en determinadas zonas de nuestro rostro; es aquí cuando comenzamos a apreciar el inicio del proceso biológico del envejecimiento. Sin embargo, este problema tiene solución gracias a los rellenos faciales.
Los materiales de relleno, utilizados para el rejuvenecimiento del rostro, están compuestos por sustancias biocompatibles y totalmente reabsorbibles por el organismo. Al inyectarlo sobre zonas que hayan sufrido una pérdida de volumen, observamos cómo estos materiales corrigen estas áreas e, incluso, las arrugas.
Si no queremos someternos a una cirugía, podemos optar por tratamientos terapéuticos como son: los rellenos faciales. Conseguiremos rejuvenecer nuestro rostro prácticamente por completo, ya que es capaz de corregir: surcos, arrugas y cualquier zona en la que se desea incrementar su volumen natural, como podría ser en el caso de: los labios, pómulos, mejillas…
Los más utilizados por los especialistas, son los materiales de relleno completamente absorbibles que, además, son realmente efectivos en pacientes que desean rejuvenecer su rostro y recuperar el volumen perdido con la edad. Cada sustancia que inyectamos en el rostro del paciente, tiene una determinada función durante el proceso de rejuvenecimiento facial. De esta forma, es necesario que el profesional conozca todas las características de las diferentes sustancias, para obtener el mejor resultado, utilizando uno u otro.
Entre los materiales más conocidos podemos destacar: el ácido hialurónico, fosfato tricálcico o la policaprolactona. Y sin olvidaros de la propia grasa del paciente; que es una práctica sustancia de relleno, al evitar incompatibilidades.
A pesar de ello, generalmente es muy raro que produzcan alergia o rechazo, ya que los materiales de relleno son siempre: biocompatibles, inmunogénicos y estériles. Como ya hemos dicho, cada sustancia tiene un objetivo en el rostro del paciente, convirtiéndolo en un tratamiento muy versátil; al solucionar varios problemas en una misma sesión.
El tratamiento no es para nada invasivo, haciendo que el paciente tenga una agradable recuperación, sin molestias. De hecho, el paciente puede desarrollar su vida de inmediato, tras realizarse el tratamiento de rellenos faciales.
Los materiales de relleno, utilizados para el rejuvenecimiento del rostro, están compuestos por sustancias biocompatibles y totalmente reabsorbibles por el organismo.
Es capaz de corregir: surcos, arrugas y cualquier zona en la que se desea incrementar su volumen natural.
Otro punto positivo para los implantes de material de relleno, es que son totalmente compatibles con otros tratamientos no invasivos para el paciente.
Las zonas donde más se suelen infiltrar son: labios, pómulos y mentón. Asimismo, se puede utilizar para buscar la proporción en el rostro, a través de la pronunciación de determinadas zonas. Además, durante el proceso, se suele inyectar anestesia local para que no existan ningún tipo de molestia.
Por lo general, los materiales reabsorbibles, tienen una duración limitada en nuestro organismo. Pueden llegar a durar entre 6 meses hasta un año y en función de cada paciente suele variar.
Si notas que tus tejidos naturales de relleno, han perdido considerablemente su volumen, no te preocupes; existe una gran solución. Gracias al tratamiento facial con materiales de relleno, desaparecerá ese aspecto de un rostro caído y notablemente envejecido.
El surco suborbitario, es otra de sus zonas estrella; destaca la efectividad de los rellenos en corregir la zona que va desde la parte interna del ojo, cruzando la mejilla.
De esta forma, evitamos que la zona de los pómulos y las mejillas se vean deterioradas por la reabsorción natural de los tejidos.
Las líneas de marioneta, que van desde la comisura de la boca, hasta el mentón; son otro problema que mucho pacientes, quieren borrar de su rostro.
Afortunadamente, los rellenos faciales tienen un resultado increíble, eliminando este signo de envejecimiento de la piel.
A veces puede llegar a producirse algún tipo de reacción, aunque suele darse sobre un bajo porcentaje de pacientes que se someten a este tratamiento. Por norma general, el riesgo de alergia, al infiltrarse este tipo de sustancias, es prácticamente mínimo. Suele ser más frecuente que aparezcan síntomas como: inflamación, irritación, enrojecimiento o algún tipo de molestia. Por suerte, no permanecerán durante mucho tiempo y desaparecerán a los poco días.
Sin embargo, este procedimiento tiene más ventajas que inconvenientes. Es un proceso totalmente seguro, rápido y apenas indoloro. Durante el procedimiento, el profesional se encarga de infiltrar, mediante una aguja muy fina, el material de relleno bajo la piel. Además, al utilizar anestesia local, se reducen las molestias al mínimo.
Si queremos eliminar arrugas muy marcadas o aumentar el volumen de nuestros labios, podemos mejorar nuestro aspecto en apenas 15 minutos y sin sufrir dolor.
Gracias al tratamiento con rellenos faciales, es posible incorporarse a nuestra vida cotidiana de manera inmediata y, además, disfrutar de un resultado final mucho más natural, sin que cambie la expresión de nuestro rostro.
En resumen, podemos remodelar nuestro rostro cómodamente, mediante los implantes de material de relleno. Simplemente debemos ponernos en manos de los mejores especialistas para: regenerar el volumen perdido con los años en determinadas zonas, borrar las arrugas o dar forma al óvalo facial. Y no sólo eso, las sustancias que se infiltran en el rostro del paciente, pueden mejorar, también, la hidratación y la calidad de la piel.
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