Sin duda una de las mayores preocupaciones de todas las mujeres que desean frenar los signos de envejecimiento. En esta batalla a conciencia entran en juego todo un arsenal de cremas y tratamientos estéticos que verdaderamente retrasan el desarrollo de las arrugas de expresión, sin embargo para optimizar este proceso es indispensable ejercitar los músculos de la cara gracias a una serie de ejercicios faciales.
En nuestra cara existen más de 50 músculos que se encuentran en constante movimiento, sin embargo éstos no se llegan a ejercitar si no se realiza de forma intencionada, gracias a la práctica de sencillos ejercicios que no ocupan más de 15 minutos de nuestro tiempo. Como es lógico los músculos que no se ejercitan pierden su formalidad y esto también se traslada a los ligamentos de nuestra cara, por lo tanto ¿Si empeñamos todas nuestras fuerzas en mantener tonificada toda la musculatura del cuerpo, por qué no hacer lo mismo en la cara? En realidad el paso de los años es más notable en todo el óvalo facial que en el resto del cuerpo, por la pérdida de la gravedad en distintos puntos y el continuo movimiento de todos los músculos expresivos.
Muchos expertos en antiaging señalan la gimnasia facial como un método eficaz y económico no solo para impedir la aparición de arrugas, también consiguen aislarlas y eliminarlas si se sigue una rutina de ejercicios diaria.
Antes de entrar en materia con la explicación de todos los ejercicios, es imprescindible seguir una serie de consejos para optimizar sus resultados, que destacan entre otros corregir la flacidez, activar la circulación sanguínea de todo el óvalo facial y conseguir relajar cualquier tipo de tensión presente. Marta García de Oviedo, especialista en belleza y salud recomienda realizar los ejercicios con lentitud y calma, teniendo en cuenta cada movimiento para conseguir la mayor precisión y resultados. Otro factor a tener en cuenta se resume en elegir el momento perfecto para realizar dichos ejercicios, siendo la noche el instante perfecto de relajación libre de tensiones. En cuanto al momento de aplicación no existe un número recomendado, aunque muchos expertos aconsejan comenzar practicando dos veces a la semana para ir adoptando una rutina y sobretodo practicarlo siempre que se note tensión. Gracias a la practicidad de estos ejercicios se logrará un mantenimiento en la tensión de la piel, a dicha rutina se le puede añadir una dosis de crema hidratante para activar la circulación, eso sí, siempre después del “entrenamiento”.
Igual que existen cientos de ejercicios ideales para tonificar cada una de las partes de nuestro cuerpo, ocurre lo mismo con los músculos que forman el óvalo facial. Si se empieza a una edad temprana (a partir de los 30 según los expertos) el impacto de las evidentes arrugas de expresión se verá mitigado gracias a la práctica de estos sencillos ejercicios.
Una buena musculatura es la responsable de conservar la piel en su sitio, sin ningún tipo de pliegue y evitando cualquier síntoma de flacidez presente en el óvalo facial.
Preparados, listos..¡Ya! Pero antes de empezar, como en todos los deportes, toca calentar toda la zona de la cara y el cuello con los mismos movimientos que se realizan cuando aplicamos cremas y otros compuestos, de esta forma se reactiva la circulación de la zona masajeada y los ejercicios posteriores son mucho más eficaces.
Una de las arrugas más visibles y las primeras en aparecer, son aquellas localizadas en la frente y se manifiestan en forma de líneas asociadas al paso de los años, aunque existen casos aislados. Para ejercitar toda la zona de la frente coloca todos los dedos sobre la frente y presiona en sentido ascendente manteniendo la fuerza en la zona aplicada de esa forma se trabaja tanto la frente como los parpados.
Las patas de gallo son otro de los grandes temores de la mayoría de mujeres, revelándose como arrugas muy finas que nacen a ambos lados de los ojos en sentido horizontal, de ahí la expresión “patas de gallo”. Como gran parte de las arrugas, su origen surge de la pérdida de elasticidad de la piel y de la risa, aunque existen otros factores que agravan la aparición de éstas como el tabaco o una larga exposición al sol. Un ejercicio perfecto para mitigar la aparición de las patas de gallo posiciona tu dedo índice al final de la ceja y el pulgar sobre el pómulo. A continuación presiona ligeramente hacia arriba con el dedo índice, sin estirar la piel, y cierra los ojos de golpe, trabajando todos los músculos implicados.
En otros artículos hemos abarcado diferentes métodos para elevar los pómulos como consecuencia del paso de los años mediante métodos quirúrgicos. Sin embargo si no se presentan síntomas muy avanzados, es recomendable comenzar con simples ejercicios no invasivos y sin ningún coste económico. Basta con hinchar las mejillas, manteniendo el aire durante unos segundos y realizar pequeños golpes con los dedos sobre su superficie. Otro ejercicio incluso más sencillo que el anterior se basa en la pronunciación exagerada de las vocales “U” “I” en intervalos de cinco repeticiones. Obviamente estos ejercicios no tienen la misma efectividad que una operación quirúrgica, sin embargo a largo plazo y con constancia pueden llegar a ser muy beneficiosos para la apariencia del rostro.
La boca es otro foco imperceptible de arrugas que suelen aparecer como causa del paso de los años, pero también por elementos paralelos como el tabaco, la excesiva exposición al sol, malos hábitos en la comida o simplemente por gestos cotidianos en la cara. Los labios están rodeados por una capa sensible de piel y por esta razón suelen surgir arrugas o líneas de expresión en mayor medida que en otras zonas del óvalo facial. El “código de barras” es como comúnmente llamamos a las marcas que surgen en la parte de arriba de los labios, la mejor forma de prevenir su desarrollo es a base de ejercicios, pronunciando las vocales “A” y “O” en intervalos o simplemente bostezando.
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