¿Quién no ha soñado alguna vez con un alimento que adelgace? ¿Quién no se ha planteado la utopía de comer sin preocuparse por las calorías que se está metiendo al cuerpo? Todos estos sueños son reales y los cumplen los alimentos de calorías negativas.
En estos tiempos de culto al cuerpo en los que el cuidado de la alimentación está en el número uno -o al menos en una posición muy alta- en nuestro ranking de prioridades en temas de salud, es frecuente escuchar y compartir conversaciones enteras que giran en torno al concepto de las calorías. Las calorías que ingiere tu amigo diariamente, las que quema tu compañera de piso en su clase de zumba, las que cuentas cuando te arrepientes de haberte comido esa hamburguesa para cenar… y así un largo etcétera.
Sin embargo, a veces parece que es necesario dejar de contar calorías durante un instante y realmente reflexionar sobre ellas. ¿Qué son? No se trata sólo de una palabra más con la que iniciar una conversación sobre nutrición. No son un demonio que nos acecha para hacernos engordar. Para comprender todo lo relativo a las calorías debemos grabar en nuestro cerebro dos conceptos básicos. Uno, todo, absolutamente todo lo que comemos aporta calorías a nuestro organismo, sólo varía la cantidad. Y dos, toda, absolutamente toda actividad que realicemos, por mínima que sea, quema calorías, sólo varía la cantidad. El cuerpo humano consume calorías con el mero hecho de mantenerse con vida.
Una vez que tenemos muy claros estos dos principios, resulta lógico que el mero hecho de masticar los alimentos y digerirlos es una actividad física y, por lo tanto, consume calorías en cierta medida, produciéndose así un balance entre calorías que entran y se consumen sólo con el hecho de comer. Y aquí es donde entra el famoso truco de contar calorías.
Existe una serie de alimentos en los que este balance falla a favor de la quema de calorías. Es decir, la masticación y digestión de los mismos requiere un consumo de calorías mayor que la cantidad que dichos alimentos aportan. Esto significa que, prácticamente, estamos adelgazando solamente con comerlos. A las viandas que tienen este efecto se las conoce como alimentos con calorías negativas.
Estos alimentos son ideales para aquellas personas que desean bajar de peso, puesto que ayudan a quemar calorías incluso cuando no se está haciendo nada. Ni qué decir tiene que en temas nutricionales no existen los milagros. No vamos a adelgazar notablemente por alimentarnos sólo de calorías negativas. Para lograr resultados visibles es necesario un balance de dieta equilibrada y ejercicio físico. Añadir a dicha dieta alimentos con balance calórico negativo supondrá un buen empujón hacia lograr el objetivo final de un cuerpo más estilizado y esbelto pero no debemos olvidar el resto de la ecuación “dieta+ejercicio=éxito”.
Las calorías negativas responden a un balance entre un aporte calórico mínimo y un mayor consumo calórico al ingerir, masticar y digerir los alimentos.
En las dietas hipocalóricas es muy recomendable añadir este tipo de alimentos que supondrán una importante ayuda en la difícil tarea de la pérdida de peso pero tenemos que tener en cuenta que no podemos permitirnos caer en el error de sustituir toda la comida por éstos y limitarse sólo a ellos. Deben combinarse con otros alimentos para que la dieta sea sana y equilibrada.
Dentro de estos alimentos nos encontramos por ejemplo con el apio. El balance de calorías que aporta el apio es de apenas dieciséis por cada cien gramos, lo que supone una diferencia más que notable y lo convierte en el alimento de calorías negativas por excelencia. A este ratio debemos sumarle las calorías consumidas por el cuerpo en la masticación, que es un número mayor al ingerido debido a la textura crujiente de este alimento. También a esto hay que añadir la capacidad saciante del apio, debido a su alto contenido en fibra, que ayuda a reducir la sensación de hambre. Por este motivo es muy recomendado en las dietas además de que, por su bajo aporte calórico, puede consumirse en mayores cantidades sin riesgo de engordar.
La mayoría de los vegetales crujientes se incluyen dentro del rango de las calorías negativas precisamente por esa característica que lleva a una necesidad de consumir más calorías en el momento de masticarlos. Aquí podemos incluir los espárragos, las judías verdes, las coles de Bruselas, los rábanos, el pepino, la lechuga, la espinaca, el tomate, las acelgas… La clave de su bajo contenido calórico reside en su composición. Todos son, en gran parte, agua, además de contener mucha fibra. Por otro lado, su textura, además de influir en el gasto de calorías durante la masticación, influye también en la digestión de los alimentos.
Dentro del grupo de las frutas no hay tanta variedad como entre las verduras pero también encontramos algunas con calorías negativas. Aquí podríamos optar entre las manzanas, las frambuesas, los pomelos, los limones y limas o los arándanos y las moras. Ninguna de estas frutas aporta una gran cantidad de calorías y pueden servir como un reemplazo eficaz de otras frutas parecidas para aquellas personas que estén persiguiendo el objetivo de reducir su peso.
Y por último, como la dieta no tiene por qué estar reñida con el sabor y la variedad, podemos añadir el consumo de especias de bajo aporte calórico. Algunas como la canela o el jengibre son el complemento ideal para los más golosos, que pueden utilizarlas para sustituir el azúcar de sus platos y postres. Y, dejando de lado el dulce, podemos añadir sabor a nuestros platos con especias como el perejil, el cilantro o el chile, que dan un toque especial a los alimentos y pueden sustituir a otros sazonadores más perjudiciales para la salud como la sal. Podemos considerar también parte de este grupo el ajo y la cebolla, por su poder comopotenciadores del sabor.
En lo referente a las especias, hay que saber que éstas son algunas de las que entran en el grupo de las calorías negativas. Sin embargo, es sabido que las especias en general no suelen ingerirse en cantidades lo suficientemente importantes como para protagonizar un aporte de calorías con efecto negativo. En estas cantidades y utilizadas como sazonadores pueden formar parte de la dieta sin causar mayores problemas.
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