La Sociedad Española de Cirugia Plástica Reparadora y Estética (SECPRE) ha establecido un decálogo sobre la importancia de transmitir al paciente de forma correcta y entendible los resultados tras someterse a una cirugía o intervención. De esta forma nace el término “expectativas reales” como una guía básica para todos los cirujanos de nuestro país, teniendo en cuenta una serie de factores influyentes para valorar todas las consecuencias tras una intervención, por encima de intereses económicos o estéticos.
¿Qué se entiende realmente por “expectativas reales en cirugía estética? En concreto César Casado, secretario general de SECPRE, agrupa todas estas condiciones a un factor común: las características anatómicas y la capacidad de cicatrización de la zona o zonas a intervenir. Se puede considerar como un golpe de realidad sobre la cirugía estética, ya que muchos pacientes tienen un concepto muy diferente de lo que realmente es: una intervención que, según la fisionomía del individuo, los resultados serán más o menos cercanos de lo que realmente espera. Casado añade como factor variante “la anatomía de cada persona, de su capacidad de cicatrización y de otros factores como el tabaquismo o la exposición al sol.
Esta guía puede convertirse en la mejor brújula para establecer un acuerdo entre cirujano y paciente, antes de que la realidad sea muy diferente a la ficción. No obstante para incidir en dicha acción, la Junta Directiva de SECPRE ha elaborado un decálogo explicando las diez cirugías más demandadas en nuestro país, y las “expectativas reales” que se han establecido para semejante fin.
El aumento de mamas es la intervención que más se demanda en nuestro país, un proceso natural que se posiciona en el número uno de operaciones quirúrgicas en España y en todo el mundo. Se realizan a través de prótesis y su objetivo principal consiste en elevar la mama, reconstruirla o reemplazarla, dependiendo de la situación de cada paciente. Las “expectativas reales” se basan en una correcta exploración de la mama y una medición analítica del pecho y el tórax, teniendo en cuenta también las condiciones físicas del paciente. Según César Casado las técnicas de simulación en 3D permiten acercar las expectativas del paciente con los resultados finales, incluso con diferentes implantes y volúmenes.
Muchos pacientes resaltan las complicaciones que desencadenan una liposucción, sin embargo esta intervención encaja en el segundo puesto del decálogo, haciendo referencia a la succión vía subcutánea de grasa localizada bajo la piel a través de una cánula conectada a una bomba de vacío. Obviamente hoy en día se han conseguido muchos progresos en las técnicas de succión y cada vez son menos dolorosas, no obstante las “expectativas reales” de dicha intervención advierte al paciente la posibilidad de recurrir a una segunda intervención o ciertos retoques en determinados individuos que presenten un exceso de peso desmesurado.
En el número tres la blefaroplastia, cirugía para reparar un párpado destruido o irregular, consistente en la eliminación del exceso de piel y la extirpación de las bolas grasas prominentes.
Según varios expertos no es más que tener en cuenta la edad, el sexo, los hábitos de vida y las condiciones individuales de cada paciente.
Su “éxito” se debe al fácil deterioro de la zona por la fragilidad de la piel en todo el contorno del ojo, por lo tanto las “expectativas reales” de este tipo de intervención deberían dirigirse hacia un estudio detallado de la piel del área a examinar para valorar su elasticidad, hidratación, el funcionamiento de los músculos auriculares y la posible existencia del síndrome del ojo seco.
Otra cirugía facial ocupa el puesto número cuatro en el decálogo. La rinoplastia, operación quirúrgica para reparar la nariz, puede realizarse por muchos motivos y los pacientes suelen fantasear con el prototipo de nariz perfecto, dejando de lado la realidad. Por lo tanto aquí más que nunca es muy importante definir las “expectativas reales” de dicha intervención. Es necesario valorar la naturalidad en el rostro con el resto de partes que forman el óvalo facial y tener en cuenta la simetría, ya que la nariz es el punto central.
La abdominoplastia ha alcanzado el quinto lugar con el paso de los años, anteriormente ni figuraba en los diez primeros, sin embargo con el tiempo ha ido cogiendo fuerza hasta ocupar el “top five”. Se suele recurrir a ella para tratar alteraciones en el abdomen, sobre todo por exceso de grasa en la piel, realizando un estiramiento de este y una reducción de los flancos para crear una unidad estética y estética.
Cinco escalones más abajo, se encuentra la cara opuesta del primer puesto de la lista; la reducción de mamas también es un recurso al que muchas mujeres se acogen en los últimos tiempo. En este caso es muy importante tener en consideración el cuerpo de cada cliente, buscando la proporción y reducir los problemas que pueden causar un pecho excesivo, valorando también el posible efecto nocivo del tabaco y la alteración de los vasos sanguíneos en la zona.
En la misma casilla, la elevación de mamas forma parte del séptimo puesto de las operaciones estéticas más demandadas según La Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética. A la hora de identificar las expectativas reales de esta intervención, los cirujanos necesitan valorar la elasticidad y la textura de la piel del pecho, por lo tanto es una de las intervenciones, junto a la liposucción, que más retoques necesita en este punto.
Muchos lo valoran como una seña de identidad, sin embargo muchos otros deciden corregir las comúnmente conocidas “orejas de soplillo” ¿cómo? mediante la otoplastia, el octavo escalón de la lista más demandado por adolescentes. Las “expectativas reales” se transmiten igual que el resto de intervenciones, sin embargo ninguna de las anteriores es asidua en adolescentes, por lo tanto es importante cumplir con el periodo de reposo necesario hasta que cicatrice.
El penúltimo puesto de la lista vuelve al terreno facial, el lifting es una de las intervenciones más complejas ya que ocupa un extenso ámbito, teniendo en cuenta los tres tercios faciales del rostro del paciente y sus proporciones.
Por último el aumento de glúteos se ha convertido en la intervención “tabú” de los últimos tiempos. Comenzó a recoger éxito en América Latina y ha conseguido cruzar el Atlántico para asentarse en nuestro país, con el único deseo de mejorar el aspecto de los glúteos. Las “expectativas reales” de este punto suelen alejarse bastante de la realidad, ya que no se dispone de tecnología 3D para hacer simulaciones.
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